Abogados Derecho Penal
Somos especialistas en resolver y abordar con éxito todos y cada unos de los procesos penales previstos en nuestras leyes, sea cual sea el delito enjuiciado y el tipo de procedimiento. Conocemos en profundidad y manejamos con reconocida solvencia tanto el Derecho Penal como el Derecho Procesal Penal.
Nos encargamos de todos y cada uno de los delitos tipificados en el Código Penal (homicidio/asesinato, lesiones, violencia de género, abusos/agresiones sexuales, robo, narcotráfico, blanqueo, estafas, falsedad, apropiación indebida, delitos contra la seguridad del tráfico, y un largo etc. hasta completar las innumerables conductas delictivas descritas en nuestro Código Penal).
Actuamos en todas y cada una de las instancias del Proceso Penal, desde la asistencia en comisaría, si la hubiera, pasando por la instrucción, juicio oral, hasta llegar a los posteriores recursos contra la Sentencia (recurso de apelación, casación y amparo). En algunos casos procederá llegar al TEDH.
Mejor abogado penalista en Madrid
Nos ocupamos de todos y cada uno de los procedimientos que recogen nuestras leyes penales: Sumario, Procedimiento Abreviado, Juicio Rápido, Procedimiento ante el Tribunal del Jurado, Proceso de Menores, Extradición, Proceso Militar, etc.
En Bárbara Royo partimos de algo fundamental: el Derecho Procesal Penal no es más que Derecho Constitucional aplicado. La Constitución regula los derechos y las libertades fundamentales, y por tanto contempla los principios fundamentales informadores del Derecho Procesal Penal. Las leyes penales, y no cabe duda alguna de que las referentes al proceso penal lo son, deben ser elaboradas, aplicadas e interpretadas según nuestra Constitución. De ello se deriva la gravedad que supone en un Estado Democrático de Derecho la defectuosa aplicación del Derecho Procesal Penal, y la vulneración de alguno de los derechos fundamentales que lo inspiran, entre los que se encuentran la presunción de inocencia, la tutela judicial efectiva y el derecho a un proceso con todas las garantías. Por ello es tan importante ponerse en manos de profesionales cuanto antes. La mala elección de su derecho de defensa es el peor error que un justiciable puede cometer a la hora de enfrentarse a un proceso penal.